Gente que anda por ahí (IV)
>> lunes, 26 de abril de 2010
Hay gente que anda por ahí que lleva auriculares para tapar el bullicio de la ciudad, pero recibe con alegría a los guitarristas que suben a los transportes públicos y regalan un poco de arte por un rato con versiones únicas e irrepetibles de canciones inéditas u olvidadas.
Esta gente apaga los reproductores y guarda los auriculares para escuchar al humano, y se prepara algunos pesos para que no dejen de existir quienes con humildad e ideas le crispan la piel en lo grisáceo de la urbe. Antes de bajar entrega sus ideales en forma de billete y dice que no quiere ser bendecida por Dios, que quiere que haya más de esas expresiones, y escucha cómo hay otros que andan por ahí sentados con sus tapados de piel, sus arrugas y sus narices finas pidiendo que la guitarra se mude de colectivo.
"Con mucho contenido, ¿no?", contesta la guitarra, pero la nariz pide canciones de amor, y entonces la gente que anda por ahí piensa en voz alta que debe ser para no pensar; luego baja, y por algunas cuadras, llora.